Cuidar de una persona con Alzheimer supone asumir una carga muy importante, que se hará más llevadera en el medida en que sepamos a qué atenernos desde el primer momento. Tenemos que ser conscientes de que seremos mejores cuidadores si también nos cuidamos a nosotros mismos.
- - Si no te cuidas, no podrás cuidar.
- - Acepta ayuda y respeta la forma en que otras personas te ayudan.
- - Pide ayuda.
- - Mantén las amistades y contactos sociales.
- - Nunca te sientas culpable de disfrutar aunque tu ser querido no pueda.
- - Hable con un profesional de sus problemas, pero también de sus éxitos.
- - Aprenda y fórmese sobre la enfermedad.
- - Explique a sus vecinos y conocidos la enfermedad.
- - Procure reírse con el enfermo, estar de buen humor con él.
- - Refuerce aquellas conductas que desee que se repitan.
- - No hay que fijarse en lo que no puede hacer, sino en las capacidades que todavía mantiene y así poner metas asequibles.