Es importante subrayar la idea de Plan Terapeútico adaptado a la persona enferma. Este plan debe incluir intervenciones farmacológicas, intervenciones no farmacológicas, así como la evaluación de las necesidades sociales y sanitarias y de apoyo a los cuidadores. Además estas medidas deben de adaptarse a los cambios que sufre la persona durante el curso de la enfermedad.
1. TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS:
Actualmente hay dos tipos de Tratamientos; los referentes a los déficits cognitivos y los síntomas psico-conductuales referentes a los trastornos psiquiátricos y de conducta.
Tratamientos Cognitivos- Fármacos
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Principio activo |
Nombre comercial |
Donepezilo |
Aricept |
Rivastigmina |
Exelon-Prometax |
Galantamina |
Reminyl |
Memantina |
Ebixa-Axura |
Tratamientos Conductuales- Fármacos
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Sintomatología |
Fármacos |
Ansiedad |
Benzodiacepinas Antidepresivos |
Depresión |
Antidepresivos |
Falsos reconocimientos |
Neurolépticos |
Delirios |
Neurolépticos |
Alucinaciones |
Neurolépticos Anticolinesterásicos |
Alteración psicomotriz |
Neurolépticos Anticolinesterásicos |
Agitación-agresividad |
Neurolépticos Antiepilépticos Benzodiacepinas Anticolinesterásicos |
Conductas sexuales desinhibidas |
Neurolépticos Antidepresivos |
Alteraciones del sueño |
Neurolépticos Clometiazol Trazodona Benzodiazepinas |
2. TRATAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS.
El deterioro progresivo de las capacidades mentales en las enfermedades neurodegenerativas, y especialmente en la enfermedad de Alzheimer, es heterogéneo, es decir se afectan más unas capacidades que otras; por esto para poder realizar una correcta intervención terapeútica será indispensable determinar exactamente cuáles son las capacidades afectadas y cuáles las preservadas, así como los grados de afectación o preserveración relativos de cada capacidad mental.
La enfermedad de Alzheimer provoca un deterioro progresivo de las capacidades físicas e intelectuales. Para hacer frente a esta situación, recuperar en lo posible las capacidades perdidas y reforzar la autonomía de los enfermos, las asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer promueven terapias de mantenimiento y apoyo.
Estas terapias incluyen un amplio número de técnicas cognitivas, conductuales afectivas y psicomotoras que pretenden prevenir y tratar tanto los síntomas cognitivos como los conductuales y afectivos de las personas con Demencia. Las medidas no farmacológicas deber ser recomendadas en todos los casos, adaptándolo a cada perfil del enfermo y fase de la enfermedad, incluyendo siempre las mismas recomendaciones para los cuidadores.
Estas técnicas de intervención debe abarcar todos los aspectos de la persona, desde los cognitivos hasta los emocionales pasando por el ámbito del comportamiento. Su aplicación debe ser personalizada, flexible y fundamentada en un conocimiento profesional.
La estimulación cognitiva es una de esas terapias, que aborda de manera global aspectos como la recuperación del lenguaje, la memoria y el cálculo, la orientación espacial y temporal o el entrenamiento de los gestos y movimientos necesarios para la vida diaria.
El Tratamiento Farmacológico junto con los Programas de Psicoestimulación Integral son las bases para frenar el deterioro progresivo producido por la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de Demencia.